Me acaba de entrar un antojo de escribir. Suena estúpido, absurdo, extraño,
extravagante y hasta sexy. Acabo de tener la mítica charla sobre las notas con
mis padres – sí, mítica, es un clásico.
Después, he abierto una cerveza. La necesito para reflexionar; pensar
sobre la vida, qué coño hice mal, cómo revertir esta situación. 'Quiénes somos,
de dónde venimos, a dónde vamos'. A
veces sienta bien hablar de tú a tú con uno mismo. Decirnos lo que nunca nadie
nos dirá , echarnos en cara todo eso que sabemos. Todos reconocemos que la
mayoría de las veces si algo falla es por falta de esfuerzo más que de talento.
Menos mal que ahora hay otro chance, tengo que aprovecharlo.
Quiero hacer demasiadas cosas antes de que me despidan de esta vida. Hay tiempo
y energía, no necesito nada más. Pasear está bien, pero mejor con un motivo, ya que sin un objetivo nunca se llega a la meta.
Si llegados a este punto no te has enterado de nada, lo
siento mucho, estaba divagando. Sin embargo, si te ha valido al menos para
distraerte un rato, ya me siento mucho mejor. Al fin y al cabo, nunca es ni
para menos, ni para tanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario